29-30-31 marzo
La iglesia de Santa María de la Asunción de la localidad y
municipio de Castro Urdiales (Cantabria, España) es un templo católico de
estilo gótico construido a principios del siglo XIII está situado frente al mar
Cantábrico, junto al castillo-faro y al puerto pesquero de Castro-Urdiales.
Castro
Comenzamos nuestro viaje visitando la villa de Castro, y en ella, nos dirigimos hacia
En el interior del templo se conservan algunas piezas de gran
de interés, como un Cristo gótico en madera policromada a tamaño natural, de
principios del XIV, una Virgen de piedra policromada a tamaño natural de
finales del siglo XIII o principios del XIV, un Cristo yacente atribuido a
Gregorio Fernández. Después de ver la bella Iglesia y de tomarnos un café nos
dirigimos hacia Liérganes, para ver la arquitectura popular reflejada en su
palacio de Elsedo.
Palacio de Elsedo
El palacio de Elsedo, también conocido como el palacio de los
Condes de Torrehermosa, es un palacio rural español del siglo XVIII que se
encuentra en la localidad de Somarriba del municipio de Liérganes, en
Cantabria.
La noble y leal villa de Deva2 (en euskera y oficialmente,
Deba) es un municipio y localidad costera del País Vasco. La costa destaca por
la llamada rasa mareal que se extiende hasta Zumaya Se sitúa en la margen
derecha de la ría que el río Deva forma en su desembocadura; en ella, en otra
época, hubo un puerto comercial importante.
Fue construido por Francisco Agüero entre los años 1710 y
1715 a instancias de Francisco de Hermosa y Revilla, primer conde de
Torre-Hermosa, caballero de Calatrava y alto dignatario de Felipe V, quien
mandó elevar la capilla y reedificar la antigua casona solariega, la cual
contaba con una torre a la que se añadió otra, así como una serie de dependencias
que tendrían la finalidad de vivienda. Posteriormente perteneció a su familia
aunque nunca vivieron en el palacio de Elsedo Tiene una de las mejores colecciones
privadas del arte español del siglo XX.
En Ramales de la Victoria
Al pie del Monte Pando, la Cueva de Cullalvera, conocida
desde siempre por los lugareños, forma parte de un complejo cárstico de gran
desarrollo, aproximadamente 12 kilómetros, donde la acción del agua y el tiempo
sobre la roca han configurado una cueva excepcional.
Es una cavidad de grandes dimensiones con una espectacular
boca de entrada de la que sale una fuerte y fresca corriente de aire que acoge
al visitante. El entorno es un espacio mágico, ya que su gran boca de entrada
emerge de un frondoso encinar cantábrico de gran valor ecológico. La visita
hacia el interior, donde un espectáculo de luces, sonido y agua, introducen al
visitante en la historia de la cueva, desde épocas remotas de la Prehistoria,
cuando los primeros Homo sapiens habitaron el vestíbulo y pintaron animales y signos
a varios centenares de metros de la entrada, hasta la Edad Contemporánea,
cuando durante la Guerra Civil Española fue la cavidad utilizada como centro
del Parque Móvil. Todo un conjunto de leyendas e historias envuelven a la cueva
de Cullalvera.
Cristo de Limpias
Me agradó mucho conocer esta iglesia de la cual había hablar.
La Iglesia de San Pedro Apóstol o Santuario del Cristo de la
Agonía, en Limpias (Cantabria, España), fue declarada Bien de Interés Cultural
en el año 1983. Se custodia en este templo una imagen del Santo Cristo de la
Agonía o Cristo de Limpias, de gran veneración en Cantabria.
La iglesia fue construida a principios del siglo XVII por el
maestro Francisco de Hazas, en estilo gótico tardío y renacentista. Se le
añadió una gran portada barroca en 1664. Muy posterior es el soportal adosado a
la fachada.
Su rasgo más destacado es la gran fachada barroca construida
en piedra arenisca de Limpias. Es obra de Diego Vélez de Palacio. Entre los elementos decorativos del interior
están una serie de retablos que van desde el siglo XVI al XVIII, siendo el
retablo mayor de estilo rococó y fechado en 1777. En él se encuentra la imagen
del Cristo de Limpias, talla en madera policromada que data del siglo XVIII,
que aparece rodeado por las figuras de San Juan y La Dolorosa. Es una talla
andaluza, posiblemente de Cádiz o Sevilla. A esta imagen se atribuyen
popularmente diversos milagros desde el año 1919, lo que ha hecho de esta
iglesia un punto de interés del turismo religioso.
Hay además, en las capillas laterales, una serie de estatuas
destacadas: la del arcediano Fernando de Palacio, en alabastro; el sepulcro del
general don Antonio Cirilo del Rivero, en mármol
También es llamado o conocido por el Cristo de Limpias,
famoso en la región pues la tradición dictaba que la talla de Jesucristo miraba
a los fieles y sudaba sangre. En algunas tradiciones también se dice que
respiraba
Deva
En 1343 fue trasladada
a su actual ubicación en la desembocadura del río Deva, pasando a denominarse
Mont-Real de Deva; finalmente el nombre de la villa acabaría confundiéndose con
el del río al perder el apelativo de Mont-ReaIglesia de parroquial de Santa
María, del siglo XV (finalizada en el XVII), declarada Monumento Nacional.
Edificación gótica con una imponente portada policromada y claustro gótico, el
primero de Guipúzcoa. Imponente interior con sus tres naves y bóvedas de
crucería rodeado de capillas que se abren entre los contrafuertes de la nave.
En el interior destaca el Retablo Mayor de Nuestra Señora de la Asunción, de
Bernabé Cordero en 1662 y armado por Pedro de Alloitiz en 1668
Zumaia
La
Iglesia de San Pedro de Zumaia, renacentista del siglo XIII, es de una sola
nave, con cabecera poligonal y torre medieval a los pies. Mantiene el aspecto
de fortaleza y conserva un gran retablo de Juan de Anchieta de 1.577, el único
que se conserva de este autor en Gipuzkoa. Asimismo, son interesantes las
tablas que aparecen en las capillas laterales, se trata de trípticos flamencos
Museo Zuloaga
El Espacio Cultural Ignacio Zuloaga está compuesto por varios
edificios que divulgan la vida y obra del célebre pintor eibarrés. En el
estudio-taller, construido por Zuloaga para pintar, se conservan objetos
personales del artista, así como algunas de sus obras. En el Museo de Colección
Histórica, también erigido por el pintor, se muestran las colecciones de
Zuloaga, su mujer Valentine Dethomas y las piezas heredadas de su padre,
Plácido Zuloaga. Entre ellas, que van desde el siglo XII hasta el XX, destacan
piezas de Rodin, Zurbarán, Goya o El Greco.
El Museo de Zuloaga está ubicado en lo que fue la hospedería
de peregrinos en el Camino de Santiago y ermita dedicada al mismo.
El artista compró los terrenos en 1.910 y, bajo su
inspiración, los arquitectos Pedro Guzmán y José Mª Alcorta construyeron la
casa y restauraron el conjunto creando un ámbito acogedor en el que predomina
un sentimiento de intimismo y autenticidad.
Este museo se ajusta al gusto de Zuloaga como coleccionista,
de ahí la disparidad de estilos artísticos y de materiales que configuran la
colección. En la primera sala está la obra del genial artista Zuloaga y en la
segunda está el grueso de la exposición permanente con piezas que,
transcendiendo la figura del propio Zuloaga, nos aproximan a sus gustos,
amistades y familia.
Santa María de Castañeda
Situada entre los ríos Pas y Pisueña. En el pasado,
monasterio; hoy, Colegiata de primera fila entre las iglesias románicas
cántabras. Los documentos citan a Santa María de Castañeda en 1073 y en 1120;
pero la larga sombra de la Desamortización la convirtió en templo parroquial en
1851. Desde el exterior contemplamos: Al este da la cabecera central, la
cabecera norte, ambas con la forma de media circunferencia; la cabecera sur la
anularon para construir una capilla; en la cara sur crece una torre cuadrada
con ventanas geminadas en la parte alta; la portada románica se abre al oeste,
abocinada, con cuatro columnas a cada lado, capiteles muy erosionados, cimacio
corrido, sin tímpano y con ocho arquivoltas; a su izquierda se construyó en el
siglo XIII un pórtico con dos arcadas de medio punto; en el muro norte se
añadió una capilla en el XVII. Al penetrar al templo, una nave, dos cabeceras,
crucero y cimborio en mitad, nos atrapa tal vez por la riqueza,
sobriedad y armonía conseguida por el constructor, canteros y escultores la
cabecera; nuestros ojos se pasean por las arcadas ciegas, ricas en capiteles
historiados (encontraremos en la iglesia harpías, leones y guerreros; centauro
disparando el arco; aves con cabezas humanas; Adán y Eva en el Paraíso; aves
con los cuellos entrelazados; personaje devorado por felinos; anciano con
cayado; parejas de felinos afrontados…), por la imposta ajedrezada que corre el
ábside y por los tres ventanales, como la Trinidad, que alumbran el
presbiterio.
Un calvario gótico, policromado, representa a Cristo crucificado
entre la Virgen y San Juan. En el centro del crucero o transepto se levanta un
cimborrio o esbelta linterna cupulada: el constructor levanta sobre los cuatro
puntos del cuadrado otras tantas originales trompas formadas por cuatro
arquillos de medio punto en disminución a fin de convertir el cuadrado en
octógono y sobre el polígono de ocho lados eleva la mejor media naranja que sabe
construir, sin olvidarse de construir ventanas hacia los puntos cardinales;
pero no quisiera hurtarle al lector de este cuaderno lo que el viajero no puede
ver, aunque las piedras románicas escondas este simbolismo: del cuadrado, que
representa al hombre, la religión cristiana con su doctrina y catecismo debe
empujar al creyente para que ascienda hasta la Gloria y goce de la presencia de
Dios, y es lo que ha conseguido el constructor, pasar del cuadrado (humano,
terrenal) a la Gloria, a lo celeste, representado por la cúpula o media
naranja. El retablo mayor se aloja en el lado del evangelio del transepto:
Preside una Virgen medieval, sentada en su trono, coronada, sosteniendo un
fruto en la mano derecha, con el Niño en la rodilla izquierda parece enviarnos
una leve sonrisa. Discutimos sobre una de las historias del retablo, extraída
del Evangelio de San Lucas,
19, 1–10, que representa la entrada de Jesucristo en Jericó;
Zaqueo al no ver a Jesús por su baja estatura, trepa a un árbol. En otras
escenas se representa la Última cena, el Descendimiento… La capilla de la
epístola es barroca y luce cúpula sobre pechinas, lo que nos permite comparar
cúpula y cimborrio sin salir de la iglesia. Antes de abandonar el templo
contemplamos la Capilla del Calvario, añadida en la cara norte. Un paseo
alrededor del perímetro de las añosas piedras de Castañeda nos ayuda a
comprender la arquitectura y a disfrutar de la cabecera absidial bajo un sol de
primavera, que resulta muy agradable.La visita ha sido hermosa e intensa.